Siempre me costó elegir fondos de pantalla. Es que no me identifico con nada. Es tan rara esa sensación, pero es que entre flores, colores, mariposas, canvas... siento que todo es tan impersonal, y que aún así hay gente que se identifica con esto... Pero yo no puedo. No puedo elegir algo que para mi es impuro, tiene que tener un toque de mi esencia siempre, por eso vivo en cambio constante, cuando se trata de arte, de imágenes, de colores, considero que no puedo permanecer en una misma forma sino que necesito esa variedad.
Por eso elegir, por qué es tan difícil elegir. Y es claramente por eso, porque cuando uno elige, descarta. Y cuando uno descarta siempre se basa en un criterio, en una elección que siempre es mejor que el resto. Y yo me pregunto por qué. Por qué mejor que el resto. Si todo tiene lo suyo, si no hay un patrón que repetir, sino que cuanto más original y único mejor, cuanto más considerado "raro" por un grupo, más llamativo para otro grupo. Y así me considero, soy una con la variedad, me gusta integrar todo, observarlo, mezclarlo, destacarlo.
Creo que cada parte tiene una virtud, y así pasa y esto se reproduce con el todo...
Peace is the way of love
Nunca perdí el impulso de seguir. De entender dónde si y dónde no. Nunca dejé de interpretar señales, de escucharme a mi, aunque a veces todo sea ensordecedor. Siempre me tuve, ahí, firme y guiándome, aún en esos momentos que me costaba salir de la cama, que me costaba poderme mantener en pie. Ahí estuve, abrazándome, aunque la niebla no me dejara ver. Nunca me perdí, jamás, siempre me tuve, aunque ese "tenerme" haya sido de manera celestial, espiritual, etérea. Siempre pude hablar conmigo, a través de una pluma, a través de un papel. Nunca dejé mis cuadernos, ni mis libros, ni el ejercicio de mi mente. Eso siempre me impulsó a seguir. Eso, se puede decir, mi esencia, me acompaña hace un gran tiempo. Y es mi impulso, mi mente es mi impulso, aquella que siempre sabe dónde dirigirse aunque se encuentre por momentos en un vaivén de posibilidades. A ella escuché, a veces más y a veces menos, supe cuándo escucharla y cuándo tenía la posibilidad de ignorarla. Decidí ver y decidí c...