Peace is the way of love
Nunca perdí el impulso de seguir. De entender dónde si y dónde no. Nunca dejé de interpretar señales, de escucharme a mi, aunque a veces todo sea ensordecedor. Siempre me tuve, ahí, firme y guiándome, aún en esos momentos que me costaba salir de la cama, que me costaba poderme mantener en pie. Ahí estuve, abrazándome, aunque la niebla no me dejara ver.
Nunca me perdí, jamás, siempre me tuve, aunque ese "tenerme" haya sido de manera celestial, espiritual, etérea. Siempre pude hablar conmigo, a través de una pluma, a través de un papel. Nunca dejé mis cuadernos, ni mis libros, ni el ejercicio de mi mente. Eso siempre me impulsó a seguir. Eso, se puede decir, mi esencia, me acompaña hace un gran tiempo. Y es mi impulso, mi mente es mi impulso, aquella que siempre sabe dónde dirigirse aunque se encuentre por momentos en un vaivén de posibilidades.
A ella escuché, a veces más y a veces menos, supe cuándo escucharla y cuándo tenía la posibilidad de ignorarla. Decidí ver y decidí cegar. Yo misma me conduje poco a poco a ser quien soy hoy, eligiendo el camino, sea el bien o sea el mal.
Me agradezco por todas las oportunidades que me di, aunque la frustración a veces me quiso frenar. Nunca dejaré de tirar de la soga, nunca me impulsaré hacia abajo, siempre a subir, porque allí está la recompensa, en la gracia, en la risa, en el amor.
Siempre, desde pequeña quise impulsar la paz. Este blog se llamaba "Peace is the way of love", a mis once años. Hoy, "canalizarte" le da sentido a todo. La vida es un canal. Yo soy un canal de información: esa información me va llegando, de mi entorno y de los aprendizajes que voy adquiriendo. De a poco me apareció la palabra "paz". Esa palabra luego se fue transformando en astrología, luego en conciencia, luego en alma, luego en mi ser. Luego la adopté como parte de mi personalidad, exorcisé todo aquello que no me daba paz. Yo soy paz, y la paz es el camino del amor. Mi pequeña de once tenía razón.
Agradezco este camino de vida, agradezco crecer con tanta sabiduría, agradezco romper con tantas estructuras cada día, agradezco siempre tener la capacidad y resiliencia de salir de los lugares que me quitan la paz, de salir de los lugares en donde no puedo ser yo, Milagros, quien siempre fui y tanto me costó ser de pequeña, quien ahora amo muchísimo y abrazo, porque ella siempre se lo mereció, por más de que las circunstancias y el nivel de conciencia no me permitían verlo.
El camino de la vida es para mi un camino de despertar la conciencia poco a poco, de darme cuenta cada vez de más cosas, de romper configuraciones y estar atenta cuando actúo en automático, cuando actúo desde lo conocido y cuándo eso conocido puede llevarme a un buen lugar. Soy causa y soy efecto. Siempre me gustó leer y tomar sabiduría de los demás, poder de a poco crear quien quiero ser, y puedo decir que me voy acercando a eso cada día. La vida comienza y también termina, y mi paso por ella elijo que sea en paz... Gracias