Cuándo. Encontrar el espacio para poder reflexionar, centrarnos, pensar. Cuándo poder soñar sin miedo a sentir, cuándo poder sentir sin miedo a soñar. 
La reflexión. Esa que te ayuda, pero a veces te genera más dudas. El no querer soltar el lienzo entre mente y corazón, el no querer dejar de pensar en todo lo que se va sintiendo. 
El relajar.... Cómo desconectar. Cómo desaparecer por un instante y volver renovado, cómo poder deslumbrar un destino que es incierto, cómo no pensar en eso, cómo dejar el juicio de lado...
Dejar de sonreír no, no es opción, la sonrisa como guía, la sonrisa como esgrima, la sonrisa como bandera de la tristeza. En donde no hay sonrisa ya nada quedó, en donde ya no hay sonrisa significa que no queda nada por luchar. La sonrisa como pantalla, si, quizás, te ayuda a seguir... 
El pensar en la sonrisa, el pensar en el por qué, el sentir esa mezcla entre risa y tristeza, el saber que podes desconectar, el decir me estoy riendo, llevarlo a la conciencia, darle un grado de felicidad.
Correr hacia el pasadizo entre mente y sonrisa, correr y salir del lado de la sonrisa, es un ida y vuelta, es un adentro y afuera, es una dualidad por la cual luchamos todos los días. Porque sabemos que si nos quedamos en el sufrimiento, la sonrisa se pierde, se desvanece, desaparece...
Y no
Ahí no es 

Entradas populares de este blog