Cuando la energía que te vuelve es tan distinta a la que das, es como un día soleado que de repente se nubla y la razón quedó atrás. Cuando no entendés el por qué recibís lo que recibís, es cuando debés alejarte de allá.
Y sí, quizás digo "allá" porque siento que ya me alejé, que puedo ver las cosas desde otro lugar, y eso me deja tranquila. El saber que merezco la misma energía que expulso, o que al menos intento y trabajo día a día por expulsar, es un gran mérito. El no dejarme ir, el no dejarme estar, porque sé que todo lo que atraiga va a ser para mejor.
No debemos pasar más tiempo en lugares que nos hacen sentir intranquilos. Inferiores. Inválidos. En donde te sentís tan pequeña que casi te desvanecés. No. La clave está en acercarte a lugares o situaciones que te ayuden a encontrarte con vos misma, a expulsar tu verdadero ser, a recibir buenas críticas, y las malas, que motiven a mejorar y no dejen un vacío de incertidumbre o sentimiento de imposibilidad...
Quizás este último tiempo me sentí perdida, y perdida de no saber para dónde disparar, para qué lado caminar, en qué enfocar... Pero finalmente comprendí que no todo está bajo mi mero control, sino que es la propia vida, la cual nos va llevando por distintas situaciones por transitar, y que no todas son como uno quiere, o al menos como uno desea. A veces nos planteamos situaciones utópicas y las queremos bajar a la realidad, y no, no se puede, ni de un hondazo... Debemos vivir, aceptar, transitar todo tipo de sentimientos para luego poder reinventarlos. Y ustedes dirán qué tiene esto que ver con lo anterior, y es que últimamente me estaba llevando diversas impresiones sobre la disparidad entre lo que yo daba, o cómo yo actuaba y cómo el otro me lo retribuía. Y a veces las decisiones que toma uno no tienen nada que ver con que una situación vaya por buen camino, porque si es el otro el que toma decisiones opuestas no hay nada que pueda anteponerse ante dicha circunstancia.
Entonces básicamente, no debo desilusionarme por el accionar del otro. Lo correcto sería actuar en base a mis propias convicciones (o llámeselo sentimientos) sin perderme en la reacción que pueda recibir. Quedarme tranquila que la energía que expulso habla mucho de mi misma, y la energía que me expulse el otro no debe modificar la luz que irradio.
En otras palabras, cito "Y lo que no me hace bien, lo voy echando de mi"

Entradas populares de este blog