Los días parecen oscuros, verdad? Te despiertas y sales a caminar como si no hubiera mañana. Acaso no entiendes que el tiempo gira, evoluciona y nunca deja que te detengas? Quizás tu buscas un cambio, caminando sobre la misma vereda día a día. Lo pides, lo imploras y tu mente no entiende el por qué. Estás nublada, niña, no entiendes cuál es el camino, verdad? En un mundo en el que te sientes tan pequeña, cómo querer buscar un cambio va a serte fácil?
Frenas. Miras a tu alrededor. Si tu paisaje te ayuda, sonríes sin entender por qué. Por qué esas hermosas vistas pueden hacerte sonreír. Cómo un paisaje bonito puede cambiar tu humor cuando tu mente está tan gris, tan mezclada. Quizás lo que querías ayer no sabes si lo quieres hoy, si lo querrás mañana. Cuál será tu destino, si lo que pensabas ya no es así.
Basta niña, vamos, deja de pensar. Te hace mal ser tan bonita y joven y preocuparte de más. Agárrame de la mano. Toma, un cigarro. No es un buen hábito, pero ayuda de vez en cuando. Piensa: tus preocupaciones son tan grandes como lo es el mundo? Lo que te esta pasando a ti, en verdad nos pasa a todos. Todos estamos confundidos, en algún momento del día. Hay tardes en las que miro mi reloj, luego mi café, y no entiendo por qué el tiempo avanza tan rápido y nada cambia. Pero sabes qué, jovencita? El hecho de que algo cambie es tan ambiguo que quizás tu mente puede solo cambiarlo. No, no me refiero a que te vuelvas loca, no es eso. Simplemente para dejar de tener tu mente gris, quizás debes empezar por creer que no la tienes gris. No se si me explico, quizás este siendo absurdo.
Mira, creo que todos los días pueden pintarse de color sin necesidad de un paisaje bonito. Si estas en el centro de la ciudad, rodeada de edificios viejos y descuidados, simplemente cierra tus ojos unos segundos... ves? Todo puede ser del color que vos quieras, sólo debes verlo distinto.

Entradas populares de este blog