La vida es como un juego, donde ganar es la meta.
El juego comienza a cada día.
En éste juego, arriesgarse es obligatorio... Cometer errores está totalmente permitido.
Tener miedo a avanzar está censurado.
Es clave disfrutar de aquellos momentos de triunfo, y no morir en los fracasos... Seguir adelante y nunca, pero NUNCA rendirse.
Llegar hasta el final. Porque aunque pierdas o ganes, te llevarás una mínima enseñanza que luego podrá ser utilizada como experiencia para el próximo juego.
Las ilusiones y desilusiones se presentan permanentemente. Al tirar los dados, abrimos puertas a lo desconocido. Avanzamos con cuidado, recibimos resultados. Positivos o negativos, no interesa. Seguimos avanzando, aprendiendo más y más... Equivocándonos, ciertas veces haciendo trampa... Arrepintiéndonos. Pero siempre con el mismo objetivo: ganar.
Si no ganamos hoy, mañana será. En algún momento lo conseguirás. Pero la clave SIEMPRE está en seguir intentándolo.