Animarse, todo consiste en eso. Si no te animas, no consigues nada. Animarse para ganar, y hasta en extremos, arriesgarse. Si nunca te esfuerzas por algo, nunca lo conseguirás. Debes tener esperanzas, y animarte. Ser tú misma. Sin importar las consecuencias, nada es en vano. Lucha por lo que quieres. De lo contrario, nunca lo alcanzarás. Anímate. Haz cosas que nunca antes has hecho, toma caminos diferentes, y así conseguirás lo que creías imposible. Así serás quien tú quieres ser. Nada cambiará, sólo tu emoción. No le temas a las desiluciones, sólo acuérdate de que nada es en vano.
Quizás no se trate de hallar un nuevo rumbo, quizás se trate de encontrarte con vos. Quizás el tiempo no define el camino, quizás es tú conciencia la que va con vos. El incierto futuro que te espera, la certeza cuando no encuentras la manera, el portal que tanto te costó abrir, el cobijo de tu propio abrazo antes de partir. La intermitencia. El cambio que no es constante, tu auto-risa, tu auto-sonrisa. El confiar en vos. El no dejar que te defina nadie más. El ser consciente de tu energía, de tu poder. El crecer y querer creer. Y toda la lucha que esto implica. Una lucha con vos. Una lucha contra el tiempo, una lucha que a veces no te deja ver el sol. Una fuerte conciencia. La fuerza de voluntad, el sosiego con el que vas a por tu meta. Tus metas, como razón principal de decisión. El siempre decidir conciente. Y quién dice que a veces con el corazón. El seguir el camino, el saber que es un proceso, el cambio que tanto te gusta allá está y allá estás vos. A veces crees no pod