Y yo, seguiré anclada en el sinfín recuerdo y extrañándote, esperándote, con esa mísera esperanza de que algún día, vuelvas.
Aunque lo veo tan lejos, han pasado tantos años, las memorias se han deteriorado y aún así, hoy te extraño. Busco un por qué, una razón para definir el final, el desenlace, lo entristecedor. Y no logro encontrarla, me siento culpable, fui yo quien te dejó ir.
Yo, quien te dejó volar, yo exijo que vuelvas. Mi corazón no aguanta ni un segundo más sin tu risa. Sin tus gestos, sin tu mirada. Yo te enseñé eso que tú tanto has querido, y fui yo también quien me quedé estancada en ese momento.
¿Inolvidable? Lo definiría con una palabra mucho más allá de lo que no puedo olvidar; más que un recuerdo fue un sello. Una marca, un momento clave de mi vida. Y no metaforizo, no exagero, estoy aquí... acá escribiendo, expresando mis sentimientos.
¿Será el insomnio? Será tu risa. Pero no sé por qué, tengo tanta prisa, de salir a buscarte y así encontrarte.
Pero ¡ey! ¡Aquí estoy! Abre los ojos y date cuenta, mira más allá del hoy. Recuérdame, te necesito. 
Sin ti, siento un vacío.

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