Cualquier persona que tenga un propósito puede alcanzarlo. Quiero decir que, nada es inaccesible. Cuando hay predisposición, llegar a nuestra meta se torna cada vez más sencillo. Pero todo depende de nosotros. De nuestros pensamientos, de nuestras ganas. Se necesitan esperanza y fe, porque a la hora de alcanzar un objetivo, ésos dos sentimientos son imprescindibles. 
Donde no hay fe, hay frustración y desánimo. Realmente, sin ánimo nadie alcanza su fin. Ése fin que tanto anhelamos, que nos brinda tanta felicidad... 
Entonces, nunca bajes los brazos. Piensa que si quieres, puedes. Nadie te impedirá seguir, sólo tú eres capaz de frenarte. Ten presente que donde hay ganas, todo es posible.

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