Y así seguí caminando y comprendí que debía enfrentar mis miedos y dejar el sufrimiento de lado. Comprendí también que no todo siempre va a ser perfecto, la vida esta repleta de imperfecciones... Sólo hay que ver el lado virtuoso. 
Creo que nadie puede interponerse, ni querer rebajarte, tú eres anfitrión de tu propia vida y puedes tomar decisiones por tus propios medios. Nunca, pero nunca te creas inferior a los demás. Todos podemos llegar y alcanzar nuestras metas, sin restricciones por parte de los otros. 
Puede ser que muchas veces haya recaídas, obstáculos que debemos superar. Pero es parte de la gloria. No hay éxitos sin fracasos. Es normal sentirnos desanimados, sin ganas de seguir intentando....
Pero, ya basta. Dejemos de tirarnos abajo y comencemos a valorarnos como personas. Somos y podemos llegar a lo que queremos. Cuantas veces fracase, ¿qué importa? si finalmente, encontraré lo que siempre tanto quise y busqué!
Whim

Entradas populares de este blog