Que me mires, no significa que sientas algo por mí. Que me hables, no significa que haya algún tipo de interés. Que me sonrías no significa que ocupo un lugar en tu corazón. Difícil de entender son las cosas hoy en día. Te miro, y no sé que pensarás de mí, que pasará por tu cabeza cada vez que te hablo, cada vez que te miro, cada vez que te sonrío. Que dirás, es lo que me interesa saber. Serás verdaderamente para mi? O me estaré ilusionando yo sola?. Nunca lo sabré, leer pensamientos definitivamente no es lo mio. Y así seguiré, con la duda de tu amor, suplicando una caricia, un beso un abrazo... tuyo.
Quizás no se trate de hallar un nuevo rumbo, quizás se trate de encontrarte con vos. Quizás el tiempo no define el camino, quizás es tú conciencia la que va con vos. El incierto futuro que te espera, la certeza cuando no encuentras la manera, el portal que tanto te costó abrir, el cobijo de tu propio abrazo antes de partir. La intermitencia. El cambio que no es constante, tu auto-risa, tu auto-sonrisa. El confiar en vos. El no dejar que te defina nadie más. El ser consciente de tu energía, de tu poder. El crecer y querer creer. Y toda la lucha que esto implica. Una lucha con vos. Una lucha contra el tiempo, una lucha que a veces no te deja ver el sol. Una fuerte conciencia. La fuerza de voluntad, el sosiego con el que vas a por tu meta. Tus metas, como razón principal de decisión. El siempre decidir conciente. Y quién dice que a veces con el corazón. El seguir el camino, el saber que es un proceso, el cambio que tanto te gusta allá está y allá estás vos. A veces crees no pod