Situaciones difíciles, en las que no encuentro salida. Cuartos oscuros, obstáculos inmensos. Siento que no puedo superarlos, no puedo lograrlo. Corro, y trato de buscar una salida. Trato de ganar. Trato de llegar a lo que vendría a ser la meta. Ganas de llorar, ganas de gritarle al mundo lo que estoy sintiendo. Ganas de expresarme y demostrar todos mis sentimientos. Deshacerme de mis penas, de mis sufrimientos, de mis preocupaciones. Sentirme como nueva. Haber llegado a la meta que tanto esperaba. Problema solucionado.
Quizás no se trate de hallar un nuevo rumbo, quizás se trate de encontrarte con vos. Quizás el tiempo no define el camino, quizás es tú conciencia la que va con vos. El incierto futuro que te espera, la certeza cuando no encuentras la manera, el portal que tanto te costó abrir, el cobijo de tu propio abrazo antes de partir. La intermitencia. El cambio que no es constante, tu auto-risa, tu auto-sonrisa. El confiar en vos. El no dejar que te defina nadie más. El ser consciente de tu energía, de tu poder. El crecer y querer creer. Y toda la lucha que esto implica. Una lucha con vos. Una lucha contra el tiempo, una lucha que a veces no te deja ver el sol. Una fuerte conciencia. La fuerza de voluntad, el sosiego con el que vas a por tu meta. Tus metas, como razón principal de decisión. El siempre decidir conciente. Y quién dice que a veces con el corazón. El seguir el camino, el saber que es un proceso, el cambio que tanto te gusta allá está y allá estás vos. A veces crees no pod