Aquí hay una lección para cada chica de por ahí: nunca te des por vencida. Capaz pienses que no eres hermosa o inteligente, o que tienes demasiadas inseguridades que no puedes ya ni contarlas. Pero siempre va a haber alguien en el mundo que te ame de verdad. Nunca pienses que tienes que aguantar la grosería algún muchacho sólo porque luego de mucho tiempo él es el primero en mostrar un poco de interés. Tú eres hermosa en tu misma forma de ser, por eso nunca bajes los brazos.
Quizás no se trate de hallar un nuevo rumbo, quizás se trate de encontrarte con vos. Quizás el tiempo no define el camino, quizás es tú conciencia la que va con vos. El incierto futuro que te espera, la certeza cuando no encuentras la manera, el portal que tanto te costó abrir, el cobijo de tu propio abrazo antes de partir. La intermitencia. El cambio que no es constante, tu auto-risa, tu auto-sonrisa. El confiar en vos. El no dejar que te defina nadie más. El ser consciente de tu energía, de tu poder. El crecer y querer creer. Y toda la lucha que esto implica. Una lucha con vos. Una lucha contra el tiempo, una lucha que a veces no te deja ver el sol. Una fuerte conciencia. La fuerza de voluntad, el sosiego con el que vas a por tu meta. Tus metas, como razón principal de decisión. El siempre decidir conciente. Y quién dice que a veces con el corazón. El seguir el camino, el saber que es un proceso, el cambio que tanto te gusta allá está y allá estás vos. A veces crees no pod